Está enriquecida en Hierro, Calcio, trece vitaminas y ácidos grasos esenciales.
Aporta un veinte por ciento menos de proteínas que la leche de vaca, eludiendo posibles sobrecargas nefríticos, siguiendo de esta forma las recomendaciones de la ESPGHAN.
No contiene sacarosa, eludiendo el peligro de caries.
Tiene un mayor aporte de hidratos de carbono (lactosa y maltodextrina) que la leche de vaca, siendo estos la primordial fuente de energía de un pequeño.
Tiene una menor cantidad de grasa, es rica en ácidos grasos esenciales (linoleico y α, linolénico), siendo la leche de vaca rica en ácidos grasos sobresaturados.
Tiene veinte veces más hierro que la leche de vaca.
Contiene lactosa y jarabe de glucosa como hidratos de carbono.
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